"Extraña Coincidencia" (Parte 1)


Justo en la Ciudad de México en una mañana de Sábado en un departamento de la Delegación Cuauhtemoc, el  Sol estaba haciendo de las suyas perpetrando sus rayos al exterior e interior de la misma. Malhumorada y seria estaba la gente que transitaba por la Delegación en un día extremadamente caluroso en esa Ciudad.
Mi semblante parecía el de un cadáver viviente con las ojeras a cuestas, pesadez en el cuerpo y una palidez tremebunda, se notaban las costillas acentuadas de mi ser como si en días no me hubiera alimentado ni dormido bien. Mis ojos estaban completamente rojos, desdeñados y llorosos, aunándole un dolor de espalda debido a una mal postura al dormir causándole torceduras e incluso atronamiento de huesos en las articulaciones.
Una noche anterior, en un bar de la Colonia Condesa ella estaba ahí. Delicada, blanca, castaña clara en su marea de cabellera que tenía, pero sobretodo con una sonrisa abierta a los comentarios graciosos de sus amigas que la acompañaban en donde la bohemia del lugar y las luces verdiazules titilaban alrededor del mismo y a su vez le reflejaba una de ellas la faz de su coqueta humanidad.
En ese mismo momento yo entré al lugar para desahogarme de estress cotidiano del trabajo burocrático, cerros de papeles llevando a cuestas, ayudando a hacerles tramites a personas y por si fuera poco pasar informes en una computadora con el procesador más lento que una tortuga en Juegos Olimpicos Panamericanos. El espero humo del tabaco y la música un tanto estridente se volcaba en mi cabeza un tanto relajante para mí, mientras que ella se pavoneaba de un comentario hecho por su amiga que estaba ahí, sentadas en la barra con vestidos sacados de alguna tienda departamental con zapatos sacados de un catalogo, bolsos casi de igual modelo (salvo que los diferenciaba uno del otro son la pedrería y el color de las mismas). Bien arregladas para la noche y celebrando algo significativo entre ellas, estaba ahí aquel ser que por alguna extraña razón me condujo a un sin fin de emociones encontradas pero a la vez jamás sentidas en mi existencia. Ella de repente me miraba de lejos mientras yo bebía una cerveza helada, mi boca deseaba esa sensación fresca y agradable al paladar después de la rutina diaria en el turno. 
Nuevamente se incorporo a la platica con ellas después de unos segundo mirar hacia la puerta del bar y de reojo mirándome hacía mi.
En ese momento me digne a ir al WC de Caballeros, entrando al baño cerré los ojos y me desabroche el pantalón para orinar, salió como sino lo hubiera ido al mismo en semanas, exhalé una hermosa sensación de alivio. Me volví a incorporarme en si para dirigirme al lavabo para limpiarme las manos, tome un poco de agua del grifo del lavabo y me duché un poco la cara, saliendo del mismo me crucé con la misma chica que estaba en el bar y rozamos accidental- mente los hombros, nos cruzamos las miradas en cuestión de segundos...Un mar de escenas se nos dibujaban en ese momento en nuestras mentes distraídas, desnudándonos con nuestras miradas comenzó el encuentro.
Estuve platicando con ella durante una hora mientras una de sus amigas le marcaba por celular para saber porque se había demorado en el baño, me abrazó para retirarse con su comitiva y me dio un papel en mi mano derecha con un numero de teléfono (dando a entender que le llamará). A pocas semanas del suceso opté por marcar a su celular para quedar de vernos en algún lugar de la Ciudad a lo que ella lo tomó como un cumplido de parte mía. Nos vimos en el Café Gato Rojo que se encontraba en la Zona Rosa de la Ciudad de México a las 4 pm para charlar y conocernos más a fondo (para ser una cita estaba con algo de nervios y sudando frío).
El plazo se cumplió y llegamos al lugar, ella se veía reluciente con un vestido color arena, llevaba una cinturilla café clara  con una flor entreabierta en la hebilla, sus zapatiilas color melón y un sombrero del mismo color con una fajilla en el mismo que la hacia verse especial y vivaz. Mi vestimenta era común, vaqueras de mezclilla deslavadas, playera blanca con un logotipo de DM, Tenis Converse de color negro y una chaqueta de cuero con un peinado despreocupado y alborotado, llevaba lentes de Sol para la ocasión. Nos saludamos y abrazamos ambos para tomar una mesa y empezar la conversación.
7 pm, se pasó el tiempo fugazmente en el café pero con una sonrisa de oreja a oreja al contemplarla y seguir en la platica... (Continuará).

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