Die Tinte der Schatten

Con su guitarra herida, aún se escucha su melodía. Y entre sus versos decía cosas intimas tan tuyas, tan precisas como esta canción. Escucho a ella, tenía un estilo Y entonces la vi por un tiempo Y allí estaba, un extraño espejismo. Pero de pronto se desvanece todo, cuando ella busca mis cartas, las lee en voz alta. Ella aún no acaba y sigues rasgando mi dolor. Si me conocieras en mi total desesperación Y luego, me miras directamente como si no estuviera allí. Nos entregamos por encargo y nos amamos por encanto. Victimas de esta locura poco frecuente, amándonos a contracorriente...        

Las horas pasaban lentamente, mientras los demás esperaban respuesta de la familia de Hans . Sofia , Steffania y Raúl se habían quedado recostado en la sala de espera hasta que unos pasos sonaban en los pasillos del nosocomio, aparece una silueta femenina con rasgos finos, complexión delgada pero sin llegar a ser escuálida, piel caucásica como nieve, ojos color miel, cabello rubio cobrizo, labios delgados y pómulos un tanto levantados pero con un semblante de desesperación. Entra junto con sus hijos, un niño de tan solo 8 años con cierto deo por saber sobre su padre.  -Doctor, como esta él?- comenta la fémina en cuestión, mientras el resto se para de los asientos de la sala de espera para saber los resultados sobre el estado de Hans. -Buenas noches, les temo decir que hay muy pocas posibilidades que el sobreviva. Ha perdido demasiada sangre y ha estado delirando, no ha probado bocado en horas y lo mas lamentable es que sus vasos sanguíneos están destrozados- termina el doctor con