Die Tinte der Schatten

Entre pétalos de rosas y un mar de sabanas nos sumergimos Tu y Yo. mientras tu insigne cuerpo me acaricia mi geografía, mis manos me guían a tu piel. Senderos de pasión recorro  en tu apetecible cuello, pasando por tu pálida espalda hasta llegar al final del delirio, me embriagan tus besos sabor a placer. Pero aun me falta percibir el perfume de tu Sexo,  ahí donde nadie ha explorado,  en donde nadaré como buzo a la Mar,  ahí donde quisiera morir. Rozo tus pechos con gran ternura  y a la vez con desenfrenada Lujuria, nos aprieta el deseo más y más. Y luego hasta tu hermosa y sensual flor de Virgo Pecador, desojandola con caricias turbias hasta al Amanecer. Perpetrando mi ingenua curiosidad con besos desbocados, en medio de una Tormenta de Terciopelo. Serán nuestros guías y testigos  de un acontecimiento efímero, de un Jardín de Pensamientos etéreos que hasta Afrodita, Hypnos y Teseo verán en un Éxtasis Perpetuo.

Después de la paliza dada por Fernando, el joven se levanto de su estado inconsciente. Desnudo del torso para arriba solo con un pantalón rajado y con una bala incrustada en su hombro izquierdo sufriendo de dolores agudos. Sofía y los demás corren hacia donde el joven sufría la herida. Mientras tanto policías de la Delegación del Distrito Federal y Paramédicos de la Cruz Roja Mexicana vienen para ver el siniestro y a levantar al herido, Steffania da parte de lo sucedido sin dar lujo de detalles de lo sucedido entre el combate de Fernando y  el muchacho convertido en licántropo. El joven es llevado a la ambulancia para trasladarlo al hospital más cercano de la zona de Polanco para recuperarse de su estado de gravedad. Sofía y los demás lo escoltan hasta el nosocomio donde se le harán estudios y se le realizará una intervención al quirófano mientras los demás lo estarán esperando en la sala de espera del hospital (especialmente Sofía ). -Por poco y no la contaba, pero yo espero

En ese momento, aquella bestia que se aproximaba a Sofía jadeante y furiosa en un antro vacio y desolado. Solo las luces de neón hacían jugueteos en ese instante cuando Fernando se ponía en pose de batalla, el monstruo le propina un zendo zarpazo rasgándole parte de su camiseta y chamarra que llevaba puestas al tratar de esquivar el ataque de aquel sobrenatural ser. En ese momento Fernando se prepara para hacer su “Puño Atómico” , de inmediato realiza la técnica dejándolo inconsciente, justo en cuestión de minutos se vuelve a levantar el licántropo después del poderoso golpe propinado que tal parece no le causó cosquillas. Los minutos se minimizan entre golpes, rasguños y ruidos causados por los estragos de la batalla encarnizada por Fernando y La Bestia.  En ese momento Sofía asustada por el incidente le habla a Steffania  para retirarse del lugar, no sin antes cerciorarse de hacer una locura que solo a ella se le ocurriría; raramente le grita a la Bestia que tenía una furia f