"El Ultimo grito de Ayuda" Parte 2

En los fríos y poco espaciosos pasillos del hospital estaba escondida en uno de ellos, una mujer con atuendos victorianos y negros lutos como la misma noche. Su faz estaba tan pálida como la nieve gélida pero era de unas facciones elegantes, sus ojos eran Azules claros pero en el fondo no tenían vida aparente, su mirada era dura como las piedras y su figura era delgada pero sin perder su silueta femenina que la autentificaba. A su rostro fino le cubría un velo oscuro que muy apenas la dejaba entrever.

Al traspasar la puerta del cuarto, el espectro del él podía ver esa imagen elegante, tenebre pero sobretodo fina de este personaje, cuando ella lo vio se acerco con su caminar despacio, levantando un poco los olanes de su falda que estaba coordinado al vestido de encajes que llevaba. Al acercarse a el lo miro de abajo hacia arriba minuciosamente y de ahí de sus brunos ropajes saco un abanico con brocados de color hueso y negro, lo hizo agitar para darse aire en su rostro y con una sonrisa picaramente sarcástica le pregunta.

-Vaya!, por lo que veo tuviste un buen paseo durante el tiempo que estabas en vida- termina.

-Quien eres tu? y porque me ves a mi y la demás gente no te nota?- concluye el moribundo haciendo una expresión de extrañeza .

-jajajajajaj pobre mortal, me hiciste reír. Es sorprendente que no sepas quien soy tomando en cuenta que los tipos en tu estado me puedan ver tal cual como soy, ya que algunos me conocen como "La que susurra", "La Puta Indecente" o simplemente "La Dama Oscura" y algunos artistas de renombre como un grabador mexicano (y muy simpatico por cierto) me puso el mote de "La Catrina"- concluye.

El hombre se rie nervioso y abrumado por la identidad de este enigmático ser, se cohibe después de ello y empieza a mover la cabeza hacia ambos lados sin poder creer lo acontecido.

-Esto debe ser una broma, verdad?, tu no puedes ser quien creo que eres o si?- acaba el hombre aun escéptico a las palabras de la mortecina dama.

-Si, soy la Señora Muerte. Y esto no es una visión tuya, ni mucho menos una broma ya que dejaste tu cuerpo allá en la habitación pero tu Alma esta aquí hablando conmigo, descuida es parte del proceso. Te preguntaras porque vengo contigo, tuviste un paro cardíaco pero no fue natural sino provocado gracias a mi esto con el fin de mostrarte algo que dejaste pendiente en tu estadía en La Tierra en el tiempo que debiste haber invertido en lo primordial, no en cuestiones superfluas y pequeñas que ustedes les toman importancia en vez de preocuparse por lo esencial...su propia Vida- termina ella quitandose el velo de su rostro.

-Y porque tenias que hacer esto a mi?- termina cuestionandola.

-Porque como te dije antes, dejaste algo pendiente en La Tierra y eso es lo que te atormentara sino concluyes ese asunto que dejaste aquí- termina ella dando la media vuelta para retirarse.
-Espera!, solamente quiero saber una cosa antes de irte...-termina él.
-Volveré a ver el Amanecer con ella? Es decir volveré a ver a mi princesa?- concluye con el semblante preocupado y frotándose las manos en señal de nerviosismo al saber la incógnita respuesta de la Dama del Velo Oscuro. Al oír la cuestión del hombre solamente dio la vuelta para caminar y dejarlo con la palabra en la boca, desvaneciéndose entre el personal del hospital que estaba de arriba a abajo atendiendo almas vagabundas, incólumes, postradas en el Morfeo absoluto de la Continuidad del Devenir del Espacio y Tiempo. El solamente se quedó en medio del hospital, cerrando los ojos y tomándose la cabeza en señal de desesperación hasta hacer un grito aterrador y ensordecedor que se escuchó hasta todo el nosocomio pero los demás ni siquiera supieron de quien era ese grito de ayuda desesperado que se esfumó en el Aire... 

El hombre después volvió a ver a su mas preciada joya, a su princesa...su hija que murió años atrás de una Leucemia dado el diagnostico que dio el doctor a este hombre que fué...Su Padre.