Bofetada hecha caricia, bajo la lívida contorsión de tu Ser. Humanidad bellamente húmeda, desvelándose bajo el éxtasis de gemidos salvajes. Ambos somos calor que calienta, ambos somos sensación que disfruta, ambos somos atracción que atrapa, y fuego que nos quema en Llamas. La opacidad de la Noche hace etérea esta oportunidad de desfigurarnos, bajo el halo místico a través de las sabanas... como fieles testigos. Imagina mi impotencia al no retenerte y tan solo tenerte por un instante, al no amarte y tan solo desearte en este intervalo de Tiempo. (A tan siquiera dominarte). Olor a sumisión flota en el Aire, entre cuerpos furtivos y caricias pasivas. Nos alimentamos bajo el néctar dulce de la perversión, deseo y plenitud corpórea. Este olor que nos hipnotiza hasta doblarnos de placer. Que nos llega hasta hasta lo mas minúsculo de nuestra piel y que se percibe hasta nuestros educados olfatos. Ven, deseo darte hasta gemir.
Comentarios
Publicar un comentario